Su país natal es Venezuela, pero, por la situación del país, tuvo que emigrar a Colombia con su esposo y dos hijos (Milagros y Daniel), donde vivían en un cuarto pequeño. Su esposo salía a las calles a vender dulces y tintos, entre otras cosas. Sin embargo, Nancy no quería salir a trabajar y que sus niños siguieran estando en la calle todo el día, viendo drogas,
prostitución y más cosas. Un día pasó por la fundación, preguntó y pudo ingresar sus niños al programa llamado “Niñez en familia”.
Ahora sus niños están estudiando, recibiendo apoyo y compañía en la fundación, mientras ella y su esposo trabajan.
Ahora están viviendo en una casa arrendada, donde pueden estar más cómodos y en un ambiente más seguro para sus hijos.